En los últimos años, hemos sido testigos presenciales de toda una transformación, de un mundo “concreto” al que estábamos acostumbrados, a un mundo virtual donde todas las distancias y las fronteras se han ido desvaneciendo paulatinamente, y en donde también esas fronteras que poco a poco han ido cayendo, en vez de acercarnos pareciese que nos hubiese alejado de nosotros mismos y de la humanidad. En Venezuela, también en recientes años, las continuas reformas a los programas educativos de educación básica, media y universitaria han intentado insertar en dichos programas la enseñanza a través de métodos y diseños tecnológicos, hecho que solo ha sido frenado por los escasos recursos asignados para tal fin, y la poca o nula infraestructura existente que permita desarrollar programas de este tipo. Pero, ¿Por qué enseñar mediante el uso de la tecnología? ¿Acaso es importante que los alumnos utilicen este tipo de recursos? ¿Qué diferencias existen entre la educación tradicional y la educación basada en las tecnologías de la información?
Creo que en primer lugar, enseñar mediante el uso de las tecnologías de información y comunicación no representa ningún peligro, puesto que no es el contenido, sino el uso y manejo que les damos a esas informaciones lo que las hace perjudiciales o beneficiosas para nosotros. Un contenido en particular puede enseñarse a través de muchas estrategias distintas que no implique el uso de una computadora, ya que ésta es un medio, no un fin. Pero su uso garantiza el manejo de informaciones, más no así el aprendizaje.
“Las computadoras por sí mismas no tienen un valor pedagógico; se debe pensar su uso en ese sentido y organizar la información que contiene en forma pedagógica. Esto quiere decir que distingamos una lógica propia de la información, el conocimiento como producto de expertos, de una lógica propia del aprendizaje, de quién se aproxima a un saber con ánimos de hacerlo propio”.
Ahora bien, ya sabemos que la tecnología es solo un medio para alcanzar y manejar un sinfín de conocimientos e informaciones, ¿pero entonces por qué es importante su uso en la educación, si ello no garantiza al cien por ciento que los alumnos aprendan?
Una de las respuestas posibles, es que los jóvenes se han aburrido de los libros impresos, y en cierto modo ha sido culpa de nosotros los docentes esa animadversión que hoy sienten por leer… Las computadoras, en ese sentido se están convirtiendo en un instrumento que facilita el aprendizaje en razón de que parece más adaptada a la educación que las tecnologías anteriores, resultando igual o incluso más fácil su empleo, y que posee capacidades de comunicación e interacción casi infinitas. Además, los jóvenes de hoy en día están mucho más relacionados con su uso, lo que la convierte en un medio de aprendizaje que ellos conocen y manejan, incluso mejor que nosotros; la mayoría de jóvenes maneja Internet, chat, programas de computadora, correo electrónico, aplicaciones, etc., Y eso ayuda enormemente en los objetivos primordiales de la educación:
“El primer objetivo consiste en el desarrollo del razonamiento verbal del alumno, es decir, de la expresión oral, la expresión escrita y la comprensión de lectura. En segundo lugar, el alumno debe aprender a razonar lógica y matemáticamente para solucionar problemas y elaborar pensamientos abstractos. Finalmente, el alumno debe aprender a usar sus conocimientos para entender el mundo pues, si lo entiende, entonces lo puede transformar, y si lo transforma, entonces el colegio cumple su objetivo primordial. Así pues, los objetivos pedagógicos son el desarrollo de la habilidad verbal, de la habilidad lógica y matemática, de la expresión escrita y de la capacidad de comprender y transformar el mundo”.
Si vamos entonces a los resultados obtenidos en muchos programas educativos que usan este tipo de tecnologías, podemos notar que muchos objetivos planteados son solventados positivamente en comparación con el sistema tradicional de enseñanza; los alumnos aprenden más y mejor, ya que el contenido audiovisual resulta más fácil de digerir, y sobre todo, más llamativo.
Teniendo en cuenta estas premisas, entraríamos a la tercera pregunta: ¿qué diferencias existen entre la educación tradicional y la educación basada en tecnologías de la información que hacen que ésta última sea más efectiva?
Uno de los elementos que hacen que el uso de las tecnologías en la educación sea más efectivo es que aumentan los niveles de conciencia en los alumnos, a través de la experiencia en el manejo de la computadora, de la interacción con otros alumnos, del uso correcto de la información y a través de la elaboración de juicios; pero para ello es necesario que el docente asuma su rol de facilitador y no se encierre únicamente en ser un dador de conocimientos. El docente debe dejar que sean los alumnos quienes participen en la búsqueda de conocimientos, y que sean ellos quienes transformen su entorno mediante la interacción con el mundo virtual, que su aprendizaje sea verdaderamente significativo y sobre todo, que resulte útil para desenvolverse en su vida diaria. Si eso no puede lograrlo el docente, el uso de las tecnologías en la educación se convertiría simplemente en un cambio de medios de transmitir información, y no en un cambio de paradigmas educativos, que transforme radicalmente la manera de asumir la educación como un sistema de formación integral del individuo.